jueves, 17 de junio de 2010

a destiempo

mi papá y yo teníamos algunas cosas en común, pero no estaría bien decir que "compartíamos algunas cosas"... excepto las papas fritas.
ahora quizás las compartimos un poco más, cuando trasplanto alguna plantita, o me corto las uñas cortitas cortitas cortitas, o dejo un ratito las carreras los domingos a la mañana (aunque en realidad no me gustan) y me acuerdo de él.
no suelo tener nostalgias ni arrepentimientos, no siento nunca lástima por él (y sé que él no hubiese querido que la tuviera)...
pero cuando salió el alfajor vauquita, cuando lo probé por primera vez, se me hizo un nudo entre el pecho y la garganta
él, siempre hablando de las bondadosas delicias de la vauquita, su golosina preferida
y yo diciéndole que no me parecía tan grandiosa, que era un poco aburrida.

a él le encantaban los alfajores, como a mí.

cada vez que como un alfajor vauquita, pienso en él, y no me parece justo que hayan salido recién ahora.

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